Los médicos tuvieron que sondarla para suministrarle
alimentación vía parenteral
La británica Megan Jayne, de 22 años, estuvo al borde de la
muerte cuando la anorexia la dejó con solo 28 kilos de peso y un cuerpo
esquelético y postrada en la cama. Llegó a ser hospitalizada y los médicos
tuvieron que sondarla para suministrarle la alimentación que se negaba a
ingerir de forma tradicional. Tras cinco años de tratamiento y gracias a la
ayuda de un grupo de psicólogos ha salido de ese pozo y ahora es una mujer
felíz y orgullosa de su cuerpo lleno de curvas y pletórico de vida y salud.
Por eso se ha propuesto dar a conocer su experiencia a
través de las redes sociales como cuenta Mail Online. Y para ello está subiendo a sus cuentas
personales las imágenes más íntimas en las que se muestra tal y como es; feliz
y satisfecha con su cuerpo. Quiere que las jóvenes aprendan a valorarse por lo
que son y no por cómo les ven los demás o cómo son los arquetipos que fija la sociedad en la que vivimos.
Cuatro
Centro terapéutico Valle del Tiétar
Cuatro
Centro terapéutico Valle del Tiétar