Fuente: Joaquin Bataller
La palabra “drogodependencia” se refiere a las causas producidas por el consumo de sustancias adictivas sean del tipo que sean. Es decir, desde el alcohol, los tranquilizantes, sedantes, estimulantes, alucinógenos, etc. Todas ellas actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) y producen alteraciones en la conducta del individuo que las introduce en su organismo de cualquier modo: bebida, esnifada, inyectada, fumada etc. Cuando la utilización, el tiempo de consumo, las cantidades y las causas del mismo se hace una constante en la vida, estamos ante un caso de enfermedad adictiva que no solo va a afectar al consumidor, no, sino también , a toda su vida, familia, trabajo, economía, relaciones sociales y un largo etc. que no tiene fin. Los continuos intentos e incluso dejar de consumir con “fuerza de voluntad” van fallando constantemente y, el adicto cada vez se valora menos, como consecuencia aumenta las cantidades de consumo para paliar su malestar hundiéndose cada vez más y más, hasta destrozar toda su existencia . La única verdadera y resolutiva forma, es someterse a un tratamiento “especializado” y conducido por profesionales en la materia. Estos profesionales, deben valorar el estado general del adicto y remitir al tratamiento idóneo para su recuperación y rehabilitación; bien sea en régimen residencial o ambulatorio.
La palabra “drogodependencia” se refiere a las causas producidas por el consumo de sustancias adictivas sean del tipo que sean. Es decir, desde el alcohol, los tranquilizantes, sedantes, estimulantes, alucinógenos, etc. Todas ellas actúan sobre el sistema nervioso central (SNC) y producen alteraciones en la conducta del individuo que las introduce en su organismo de cualquier modo: bebida, esnifada, inyectada, fumada etc. Cuando la utilización, el tiempo de consumo, las cantidades y las causas del mismo se hace una constante en la vida, estamos ante un caso de enfermedad adictiva que no solo va a afectar al consumidor, no, sino también , a toda su vida, familia, trabajo, economía, relaciones sociales y un largo etc. que no tiene fin. Los continuos intentos e incluso dejar de consumir con “fuerza de voluntad” van fallando constantemente y, el adicto cada vez se valora menos, como consecuencia aumenta las cantidades de consumo para paliar su malestar hundiéndose cada vez más y más, hasta destrozar toda su existencia . La única verdadera y resolutiva forma, es someterse a un tratamiento “especializado” y conducido por profesionales en la materia. Estos profesionales, deben valorar el estado general del adicto y remitir al tratamiento idóneo para su recuperación y rehabilitación; bien sea en régimen residencial o ambulatorio.
