16 nov 2015

ELLOS BEBEN, ELLAS SE MEDICAN

Las mujeres se consuelan de sus penas y sus nervios con pastillas, y los hombres con alcohol.

En los países desarrollados, 1 de cada 5 hombres adquiere dependencia vitalicia del alcohol, por 1 de cada 12 mujeres, según la OMS. Por cada trabajadora que bebe a diario, hay cuatro varones, según la Encuesta de Alcohol y Drogas en el Ámbito Laboral.

Médicos y psicólogos certifican que ellos son más propensos a las adicciones y menos proclives a acudir al galeno, y las pastillas necesitan receta. Ellas expresan su sufrimiento, piden ayuda y acatan la prescripción facultativa. Las benzodiacepinas alivian su malestar y no llevan asociada tanta connotación de placer, o de vicio, como el alcohol, mal visto por muchos, incluso por ellas.

La ansiedad femenina, y su trato con fármacos, forma parte del imaginario contemporáneo. Recuérdese la escena en que Carmen Maura droga a Antonio Banderas con un gazpacho atiborrado con las pastillas con las que ella se había intentado suicidar en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'. O 'Mujeres desesperadas', donde amas de casa pijas se desquitan del sin vivir de hijos, maridos o la ausencia de ellos con química. La realidad tiene menos gracia.

La vida puede ser muy cuesta arriba.

El País

Centro Terapéutico Valle del Tiétar