La Guardia Civil y la Agencia Tributaria se han incautado de 300 kilos
de cocaína en el puerto de Valencia que
viajaban camuflados en un cargamento de mermelada, jalea real y compota, según
ha explicado este jueves el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana,
Juan Carlos Moragues. El valor de la droga en el mercado se habría elevado a
10,34 millones de euros.
El barco que transportaba el alijo procedía de Costa Rica y
la cocaína estaba empaquetada en 300 paquetes de un kilo que llevaban una
pegatina en la que se leía: "éxito", con el punto de la letra i hacia
abajo y de color rojo, a modo de marca comercial.
En lo que va de 2015 se han interceptado en el puerto de
Valencia cargamentos de cocaína que suman 1.500 kilos. El delegado del
Gobierno, que ha presentado el alijo en un cuartel de la Guardia Civil
acompañado de responsables de la Agencia Tributaria, ha evitado indicar si
existe alguna estimación oficial sobre cuánta cocaína entra al año por esta
infraestructura portuaria, una de las más importantes de España en tráfico de
contenedores. El año pasado se incautaron en este puerto 4.000 kilos de esta
droga.
Moragues ha explicado que los paquetes de cocaína se
encontraban dentro de 12 mochilas colgadas de un gancho dentro del contenedor.
Este ha estado “bajo vigilancia” un tiempo para comprobar si alguien intentaba
recogerla y finalmente “se ha procedido a la aprehensión del alijo”.
El delegado del Gobierno ha desvinculado al barco del
cargamento. “Los consignatarios de los barcos tienen un desconocimiento total
porque se dedican a transportar contendores”, ha afirmado, antes de atribuir la
operación a “la colaboración ciudadana”, sin querer dar más detalles, “y a la
eficacia de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria”.
Agresión de una menor a otra
El delegado del Gobierno se ha referido también a la
agresión que una menor
de 14 años cometió contra otra en Gandia hace unos días. Moragues ha indicado
que la paliza fue propinada con "ensañamiento, brutalidad y
humillación" al obligar a la víctima a arrodillarse mientras recibía
patadas y golpes y "un grupo de otros nueve menores jaleaba" la
acción.
Lo que Moragues ha descrito como un "linchamiento"
fue captado por uno de los chicos con la cámara de su teléfono móvil y la
grabación fue intervenida por la policía. La agresora fue detenida, ha prestado
declaración ante la fiscalía de menores y se encuentra en libertad bajo la
custodia de su madre mientras la justicia se pronuncia.
Una vecina observó los hechos y avisó a la policía. La
víctima fue llevada a un hospital y se recupera de las heridas sufridas. El
menor que grabó los hechos los distribuyó más tarde por Whatssap a varios
grupos de chat.
Moragues ha revelado la nacionalidad de la agresora, rumana,
y de la víctima, española. Ha precisado que ambas pertenecían al mismo grupo de
amigos y que la paliza se inició, al parecer, después de que la agresora
intercediera a favor de una tercera joven en una discusión que tenía por objeto
del móvil de esta última.
El delegado del Gobierno ha reclamado la colaboración de
"todas las instituciones, que tienen que realizar una labor de
sensibilización y concienciación sobre la existencia de estas prácticas violentas
en nuestra juventud".
Centro terapéutico Valle del Tiétar