3 sept 2012

Aclad confirma que la venta de droga sigue dispersa en pisos por la ciudad

Recopilado de agencias por MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ, Director del CENTRO TERAPÉUTICO VALLE DEL TIÉTAR – Pelayos de la Presa – Madrid    ESPAÑA   
Centro de iniciativa privada para el tratamiento de todo tipo de adicciones y problemas psicológico


El solar del antiguo poblado se usa ahora para depositar tierra extraída de obras.

Ya  hace cuatro meses que Penamoa es solo un descampado. Del supermercado de las drogas del noroeste solo queda un recuerdo desagradable, pero fuentes de la Policía Nacional habían advertido que eso no significaría un descenso en el tráfico de drogas, sino simplemente un cambio en los hábitos de los traficantes, que tendrían que cambiar la comodidad de su chabola por la de un piso en la ciudad. Ahora, desde la Asociación Ciudadana de Lucha Contra la Droga (Aclad), confirman que, efectivamente, esto es lo que está ocurriendo, y que los puntos de venta de drogas son pisos corrientes, aunque señalan que ninguno de ellos dura demasiado.

La Policía Nacional cerró dos de estos puntos en la zona de la plaza de España a principios de mes
“Es algo lógico, puesto que al vivir en un bloque de viviendas normal, atraen la atención de los vecinos”, continúan desde la asociación. Las llamadas de los vecinos en las que informan de las actividades sospechosas a la Policía Nacional acaban desatando más pronto que tarde una investigación y los correspondientes arrestos. Es lo que ocurrió a principios del pasado mes, cuando los agentes del Grupo de Investigación del Distrito Norte desarticularon lo que la Jefatura Superior definió como “un punto importante de venta” en unos pisos situados en las cercanías de la plaza de España.

La investigación había comenzado a raíz de una serie de denuncias que mencionaban a personas sospechosas que acudían a dos domicilios de la zona. Por el aspecto y el comportamiento de estos individuos, los vecinos sospechaban que se trataba de tráfico de drogas, y una inspección preliminar de los agentes confirmó las sospechas, sobre todo porque los individuos en cuestión eran conocidos por las autoridades. La vigilancia se demoró durante varias semanas y culminó con la detención de cinco personas, todas ellas con un amplio historial delictivo que iba desde tráfico de drogas a robo y hurto. Uno de ellos tenía casi cuarenta delitos en su expediente, mientras que otro tenía 25. Sin embargo, apenas se descubrieron estupefacientes en las casas registradas.

DificultadesNo era el resultado que los agentes esperaban por su trabajo, pero era algo que cabía esperar e indica que el alijo de drogas estaba a buen recaudo, quizá en otro piso sin identificar. Pero incluso cerrar estos puntos de venta es una victoria, aunque sea menor: ya el año pasado, cuando se anticipaba este fenómeno, un agente había comentado que “lo que quiere la gente es que vayas y le cierres el chiringuito a los traficantes, pero no es tan fácil. Para empezar, ni siquiera en Penamoa podíamos irrumpir en una chabola sin una orden judicial. Y aquí, lo mismo”.

Tampoco hace más fácil la labor para Aclad, que trata de seguir ayudando a los consumidores de drogas a abandonar su adicción. Pero, gracias a las unidades móviles que continúan desplazándose a puntos fijos conocidos por los toxicómanos, pueden seguir haciendo su trabajo lo mejor que pueden, a pesar de las circunstancias. Igual que la Policía Nacional.

Miguel Ángel López - CTVTiétar - Pelayos de la Presa – Madrid - ESPAÑA