14 ago 2012

No dejaré de viajar, es una droga para el alma

Recopilado de agencias por MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ, Director del CENTRO TERAPÉUTICO VALLE DEL TIÉTAR – Pelayos de la Presa – Madrid – ESPAÑA Centro de iniciativa privada para el tratamiento de todo tipo de adicciones y problemas psicológico

    Alicia Sornosa quiere ser la primera española en dar la vuelta al mundo en moto y pronto cumplirá su       objetivo. Acaba de cerrar la primera parte del viaje, que terminará en Sudamérica a lo largo de 2013
A menudo se dice que la pasión por el mundo del motor se lleva en la sangre. Éste es el caso de Alicia Sornosa, hija del piloto de automovilismo Jaime, 'Correcaminos' para muchos. Esta intrépida periodista se ha propuesto ser la primera española en dar la vuelta al mundo con su compañera 'Descubierta', una BMW F 650 GS y no se detendrá hasta conseguirlo.

¿En qué lugar se encuentra en estos momentos?
En Nueva York, tras completar el periplo por la Costa Este de Estados Unidos y acabando la primera parte del viaje. Después iré a México hasta llegar a Uruguay en febrero.

¿Cómo surge su idea de dar la vuelta al mundo en moto?Nace gracias a Miquel Silvestre y su libro 'Un millón de piedras'. Le conocí en un curso de off road, surgió la amistad y me invitó a que le acompañara en su búsqueda de los 'Exploradores Españoles Olvidados', de la que escribirá otro libro.

¿Era 'Descubierta' la moto que mejor se adaptaba a las condiciones del viaje? ¿Por qué se llama así?Es la moto que tenía, la compré en 2009. Necesitaba una moto polivalente para todo tipo de caminos, justo lo que ofrece esta BMW. Se llama así en honor al Capitán Malaespina. La bautizó Miquel. La suya se llama Atrevida y son los nombres de las dos corbetas con las que este valiente arribó hasta Alaska.

¿Cómo es su día a día?En realidad la planificación es salir. Luego es una rutina: te levantas, escribes, planificas la ruta, conduces, llegas, comes, a dormir y de nuevo a trabajar. Además, cuando estás en lugares increíbles, toca hacer fotos y grabar videos que posteriormente edito.

¿Es más dura la preparación física o la psicológica?Es más duro lo físico, está claro. La preparación psicológica ya la tenía, eran mis ganas de salir.

Por el momento, ¿cuál ha sido la barrera más difícil de superar para usted durante el viaje? ¿Y la situación más complicada?Lo peor fue empezar a viajar sola, saber que todo depende de ti Y la situación más difícil fue negociar el precio del transporte de mi moto en avión desde Melbourne hasta Los Angeles. Creí que no lo conseguiría y gracias a unos buenos amigos, lo logré. El inglés ahora lo llevo mejor, pero en Australia no entendía nada.

¿Alguna vez ha pensado plantarse y volver a casa?Sí, pero enseguida he cambiado de opinión. Pasa en momentos de cansancio absoluto, cuando tienes un accidente o cuando te quedas encerrada en un país y no puedes salir hasta que se soluciona toda la burocracia. Debe haber sido en una o dos ocasiones.

¿Podría contarnos alguna anécdota que recuerde?Recuerdo con mucho cariño un día de tormenta, no dejaba de llover, la pista era un río y tuvimos que parar (iba con Miquel). Dejamos las motos en medio del barro y un niño salió entre unos matorrales, nos hizo señas y nos llevó a su casa, una cabaña de adobe y paja de forma circular con el techo de uralita. Estaba con su madre y sus dos hermanos pequeños, pasamos unas horas intentando comunicarnos, resguardados de la lluvia. Fue en una aldea perdida de Etiopía y no tenían más que unas gallinas y un perro. Ha sido una de las mejores experiencias, acabé jugando al escondite con los niños. Fue increíble.

De los países que no conocía, ¿cuál le ha impresionado más? ¿Y el que menos?Los que más me han impresionado han sido los africanos: Sudán con sus pirámides y desiertos, Etiopía por sus montañas y verdes pastos, Kenia por la vida salvaje El que menos, Egipto. Mucha suciedad, un trato horrible a las mujeres y mucho fanatismo religioso.

¿Qué le queda por ver? ¿Terminará el viaje a tiempo?Me queda por ver parte de la Costa Este de Estados Unidos y toda América del Sur, que es lo que más me apetece del viaje. No hay un tiempo límite, los 18 meses que me planteé son orientativos, pasan tantas cosas que es imposible controlar el tiempo. Lo bueno de viajar es que no tienes límite, no existe un final. Creo que desde ahora no podré dejar de viajar, es una droga para el alma.

¿Le gustaría volver a España o se plantearía mudarse a otro país?Aunque suene a tópico, tenemos un país increíble, con buen clima y buena comida... España es uno de los mejores países para vivir. Siempre volveré a mi casa, no he encontrado aún ningún sitio mejor.

¿Le gustaría participar en alguna competición después de este viaje?No, eso es para los verdaderos deportistas. Viajar en moto es fácil, pero para competir en un deporte hay que tener un don, además de muchísimo entrenamiento y sacrificio.

Ha estado también en algunas carreras durante su viaje. ¿Qué le han parecido?Este año he tenido la suerte de asistir a la prueba de Superbikes en Phillip Island (Australia). Pude charlar con Carlos Checa, fue muy simpático y alucinó con mi viaje, me firmó en la moto y me brindó todo su apoyo. También pude hablar con Troy Corser.

¿Qué le parece que cada vez haya más mujeres en el mundo de la competición?Para las mujeres aún es difícil entrar en mundos que han sido de hombres tradicionalmente, pero querer es poder, aunque hay que demostrar el doble. Es una realidad, se puede, nadie te veta. Debería haber más, cuando una mujer se sube a una moto o un coche de competición se transforma. Así lo han demostrado cada año Laia Sanz o María de Villota, entre otras.

Hablando de María, ¿ha podido hablar con ella tras su grave accidente?No he hablado con ella personalmente. Supongo que es lo último que le apetece ahora mismo, hablar con nadie. Pero sigo muy de cerca su recuperación gracias a su familia. Es una mujer que siempre he admirado y sé que gracias a su fortaleza, se recuperará. Le mando un fuerte abrazo desde aquí.

Miguel Ángel López - CTVTiétar - Pelayos de la Presa – Madrid - ESPAÑA