13 ago 2012

La «decadencia» de la clase política

Recopilado de agencias por MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ, Director del CENTRO TERAPÉUTICO VALLE DEL TIÉTAR – Pelayos de la Presa – Madrid – ESPAÑA Centro de iniciativa privada para el tratamiento de todo tipo de adicciones y problemas psicológico

En los últimos diez años los políticos han cuatriplicado la tasa de población que les incluye en su lista de preocupaciones.

Hace apenas una década la clase política, vista como «problema», pasaba desapercibida. Tan solo era una preocupación para el 5,1% de la población, muy por debajo de asuntos como las drogas, la inseguridad ciudadana o la inmigración.
A principios del 2008, antes de las elecciones generales que dieron a Zapatero su segunda legislatura, y, por lo tanto, antes de que la población fuera plenamente conocedora de la situación de crisis que empezaba a atravesar el país, el dato era similar. La clase política suponía un problema para el 6,2% de los españoles, según la encuesta del CIS correspondiente a febrero de ese año.

Tras el «tijeretazo» de ZP el 22% de la población no creía en los políticos

El declive que comenzó a sufrir España a partir de esa fecha, unido a la negativa del por entonces presidente a reconocer dicha situación, fue uno de los primeros pasos determinantes para que los ciudadanos perdieran la confianza en los políticos. Antes de que acabara el año, el dato se había elevado al 8,9%.
Un año después se hará mediático el «caso Gürtel», algo que no contribuye en la mejora de esta deteriorada imagen. La corrupción se vincula aún más a la clase política, que termina 2009 casi doblando la cifra de 2008. Los políticos españoles son ya un problema para el 14,9% de la ciudadanía.
La cifra alcanzó el 21,6% en 2010. Tras el «tijeretazo» de Zapatero la población terminó de situar a la clase política en un puesto considerablemente peor. Y es que, los recortes han sido uno de los pilares fundamentales de la política española en este contexto de crisis, unos recortes que han hecho «enfadar» a la ciudadanía.
La situación no había mejorado cuando el jefe del Ejecutivo anunció eladelanto de las elecciones generales el 20 de Noviembre. Aunque muy timidamente, el porcentaje de población que había dejado de creer en la política había subido un punto, situándose en el 22,6%.
El cambio de Gobierno pareció dislumbrar un cambio. En marzo de 2012 el número se redujo, siendo el 18,1% de los ciudadanos lo que señalaban la clase política como una de sus principales preocupaciones.
Sin embargo, una nueva oleada de recortes ha situado a los políticos en su peor posición histórica. Un 24,3% se los españoles ve a los partidos, diputados y miembros del Gobierno como un problema.
El riesgo de ascender a líderes populistas
El paro y los problemas de índole económico son los únicos que superan a nuestros políticos en como preocupación, según la última encuesta del CIS.
Preguntados por Efe, varios expertos han señalado las posibles causas de esta situación. El Presidente de la Asociación Española de Consultores Políticos, Francisco Roldán Castro, achaca el dato a la falta de cercanía. «Si salieran más y nos explicaran, por ejemplo, el tema de los recortes», la socuedad lo entendería mejor, afirma. «Somos mediterraneos, admitimos casi todo excepto la mentira y la cobardía, incluso se acepta la verdad aunque sea mala», puntualiza.
Antonio Gutiérrez-Rubí, consultor y experto en comunicación política alerta además de la posibilidad de que surjan líderes populistas ante la falta de confianza ciudadana. Dato que se podría relacionar con el asalto a Mercadona encabezado por Sánchez Gordillo, posible perfil de este tipo de líder político.
Cuando se les pregunta por las posibilidades de mejora, Roldán lo tiene claro: «más comparecencias de nuestros políticos». Pone como ejemplo al presidente del Gobierno y su conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Barak Obama, de la que no hay imágenes y sonido. También a Rubalcaba, de quien cree que le hubiera ayudado a mejorar su imagen dar la cara con las supuestas adjudicaciones irregulares de la empresa Interligare cuando era ministro del Interior. «La mentira hace daño, y si te han pillado, di algo», concluye.

Miguel Ángel López - CTVTiétar - Pelayos de la Presa – Madrid - ESPAÑA