La DGT, que ha detectado en apenas una semana más de 2.600
automovilistas que conducían bebidos o drogados, se ha marcado un nuevo
objetivo para 2015: intensificar el control del consumo de estupefacientes y
alcohol. Para ello, Tráfico ya puso en marcha el pasado año los primeros
controles preventivos y masivos de drogas. Pero ahora, según recalca la
institución, esta práctica se ha incorporado como una clave de su estrategia;
que ha puesto en práctica entre el 1 y el 7 de junio, cuando ha coordinado un
nuevo despliegue de los agentes de la Guardia Civil para realizar más de
208.000 pruebas en las carreteras españolas.
Esta iniciativa se ha traducido en
2.600 positivos: 622 por consumo de estupefacientes y 1.978 por
alcohol. "El objetivo es poner a todos estos conductores fuera de la red
viaria", insisten desde Tráfico, que remacha cómo el 32% de los
automovilistas sometidos al test de drogas habían tomado este tipo de
sustancias. Los efectivos del Instituto Armado detectaron 449 casos de consumo
de cannabis; 198 de cocaína; y 72 de anfetaminas. Además, 200 personas
habían ingerido varios tipos de drogas. "La cocaína y el cannabis se ha
convertido en un combinado espectacularmente notorio, novedoso y
preocupante", alertó el pasado mes la directora de la DGT, María Seguí.
"Nosotros seguiremos realizando este tipo de campañas
porque hemos constatado que el aumento de los controles preventivos favorece un
cambio de comportamientos de los ciudadanos al respecto del consumo de estas
sustancias", insiste Tráfico, que subraya que el porcentaje de positivos
por alcoholemia en este tipo de controles ha caído del 5% de 2001 hasta el 1,7%
de 2013. Un descenso que, según las pretensiones de Tráfico, debe continuar en
el presente lustro. De hecho, en su Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 se
ha fijado que se sitúe al final de la década por debajo del 1%.
Además, para apoyar esta declaración
de intenciones, la DGT echa mano del último informe del Instituto Nacional de
Toxicología, que reveló que más de una tercera parte de los conductores fallecidos en un
accidente de tráfico en 2014 habían bebido o tomado algún tipo de
estupefacientes. Ese “alto” nivel, por tanto, preocupa mucho a Tráfico; que
considera, paralelamente, que este tipo de controles ha influido en que ese
porcentaje haya caído en los últimos años y se sitúe actualmente en su nivel
más bajo de los últimos ejercicios —en 2012, el 47,32% de los muertos había
tomado alcohol o estupefacientes—.
La apuesta de la DGT, repiten desde la institución, es
"erradicar" a los conductores que se ponen al volante tras ingerir
algún tipo de "sustancia psicoactiva". De ahí que la institución haya
incluido estos controles preventivos y masivos de drogas como una de las claves
de su estrategia de vigilancia de las carreteras. "El pasado año se
hicieron por primera vez en nuestra historia", recalcan fuentes de la
institución, que remarcan el carácter prioritario que ha adquirido este tipo de
iniciativas. Sobre todo, después de que en 2014 la Guardia Civil efectuara más
de 30.000 pruebas a conductores y el 35% diera positivo por haber consumido
drogas ilegales. "Para este 2015 duplicaremos el número de tests",
remachan desde Tráfico.
El Pais
Centro terapéutico Valle del Tiétar