20 jun 2012

Amor y otras drogas

Recopilado de agencias por MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ, Director del CENTRO TERAPÉUTICO VALLE DEL TIÉTAR – Pelayos de la Presa – Madrid – ESPAÑA  Centro de iniciativa privada para el tratamiento de todo tipo de adicciones y problemas psicológicos.
Contra Francia. Caprichos que tiene el fútbol, que es en sí una metáfora del destino de las patrias y exaltación máxima de los orgullos nacionales. Contra Francia, los de los guiñoles, los del gallo mañanero, los del Tour robado, los de las tortillas y las guillotinas. Esos. Contra Francia. Los que eliminaron a España en un mundial que luego perdieron de forma cuasi trágica. Los que hoy han hincado su irreductible rodilla gala ante los suecos. Pues contra esos. Y el fútbol, que es en sí una metáfora del destino de las patrias y exaltación máxima de los orgullos nacionales, brindará a uno de los dos la oportunidad de exaltar más aún si cabe su manido orgullo nacional. La prioridad, en este preciso instante, para ambos conjuntos no es ganar el torneo, sino humillar al rival. Y es que ya lo dijo Shankly, el fútbol no es una cuestión de vida o muerte, ¡es mucho más que eso!

Por otro lado, siguiendo con los caprichitos incomprensibles del balompié, Alemania se medirá a Grecia, cuna de la civilización, sorprendente campeona hace ocho años, sorprendente cuartofinalista a la que nadie pareció haber invitado. La lucha de los griegos en este preciso instante tampoco es ganar el campeonato, sino más bien derrotar a los alemanes. Para ellos, ahogados en su rutina diaria asfixiante, un triunfo ante la Mannschaft no supondría una victoria deportiva, sino política. Alemania no se enfrentará a un equipo de fútbol que le tiene ganas, sino a todo un país loco por devolverles los guantazos que cada día reciben en forma de economía destruída. Alemania, sin embargo, se ha reído en la mismísima cara del grupo de la muerte, y lo ha solventado con su eficacia habitual. Los germanos vuelven a ser el rodillo que eran. Poco vistosos, pero eficaces hasta límites insospechados. Pleno de victorias, el rival a batir. Los de Löw asustan a rivales y esperanzan a patriotas, una generación harta de ver cómo su país alcanza todas las finales, todas las semifinales al menos, y todas las pierde. La Mannschaft no se erige campeona desde 1996, cuando ganaron su última Eurocopa, y sin embargo han recolectado terceros puestos y subcampeonatos que no sacian la sed de títulos de un pueblo combativo y futbolero. Esta es la hora de Alemania, por historia le toca.

Italia suplicó hasta el último instante por un no pacto entre España y Croacia, cuasi postrada de rodillas, la campeona del mundo prácticamente rezó por no quedarse fuera de una Eurocopa a la que llegaban necesitados. Su rival será Inglaterra, que ha ido yendo de menos a más, que ha recuperado a Rooney, que no es ni mucho menos la favorita, pero oye, por algo es la tierra madre de este deporte. Checos y portugueses buscarán seguir adelante en un torneo para el que tampoco suenan demasiado, pero en fín, esto es la Eurocopa, y puede pasar de todo, y se nos está yendo entre santos, debates, falsos nueves y miradas al ombligo propio, que es precioso y brilla más que ningún otro. Porque esto es fútbol, una droga más, y aquí entra en juego el amor patrio, que no es sino otro tipo de amor, solo que mucho más cegador. Disfruten, que cada vez va quedando menos.

Miguel Ángel López - CTVTiétar - Pelayos de la Presa – Madrid - ESPAÑA