9 may 2012

Líderes en lo peor

Recopilado de agencias por MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ, Director del CENTRO TERAPÉUTICO VALLE DEL TIÉTAR – Pelayos de la Presa – Madrid – ESPAÑA

Los jóvenes españoles podrían ser líderes en lo malo, pero no se conforman con tan poco y prefieren ser líderes en lo peor. Y al hablar de los jóvenes españoles no generalizo, ni mucho menos. De todo hay en viña tan amplia. Cuando hablo de lo peor me refiero al alcohol y las drogas. Y en eso ningún otro país gana la partida a nuestros adolescentes. No es que consuman más alcohol y tabaco que la media mundial, pero los menores españoles se mueven en patrones intermedios hacia arriba. Un 6% de chavalitos de 13 años reconoce haberse emborrachado al menos dos veces. La cifra se dispara a más del 33%, con un porcentaje bastante igualado entre chicos y chicas, cuando nos movemos en torno a los 15 años. Muy por encima de Italia, Francia y Estados Unidos.

Si de nicotina y alquitrán hablamos, es decir, del «fumeque», dos de cada diez adolescentes de quince años confiesa haber fumado por primera vez a los 13 años. Más las niñas, un 24%, que los niños, un 18%. La igualdad (cójaseme la ironía) empieza por el tabaco y por el alcohol y, a renglón seguido por todo lo demás. Hemos «avanzado» una barbaridad en igualdad y en «costumbres sociales» como las aludidas, tan aconsejables para el perfecto desarrollo físico e intelectual de nuestros menores. Se viene fallando estrepitosamente en esos y en otros aspectos de la educación, pero no hay mucho interés que digamos en acotarlos. Muchas campañas costosas en contra de tabaco, alcohol y droga, que fallan estrepitosamente y poco más.

Malo lo de los hábitos aludidos, pero mucho peor es lo de las drogas más o menos duras. Porque, precisamente, uno de los problemas más serios a los que se enfrentan los menores es el consumo de estupefacientes. Es conveniente que todos sepamos que el incremento del uso de estupefacientes no está directamente relacionado con el nivel de vida o la clase social a la que pertenece el menor, como tantos se empeñan en asegurar. Este tipo de consumo se ha generalizado como una actividad social. ¡Menuda actividad! Lo malo es que cuenta con muchos adeptos y sobre todo muchos adictos que han convertido a España y a los españoles en líderes, sí, pero en cannabis.

Hasta tal punto es así, que el cannabis se ha convertido en la droga más extendida entre los adolescentes. La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción nos lo adelanta un año y otro en una encuesta ahora ratificada por la Organización Mundial de la Salud. Se han analizado 40 países. España ocupa la segunda posición precedida por Canadá en el consumo de esta droga en adolescentes de 11 a 15 años. ¡Por favor, si apenas llegan a la adolescencia! A este paso muchos no van a alcanzar, no ya la madurez, sino la juventud. Y si lo hacen será con las facultades físicas y mentales mermadas. Vamos de mal en peor. Nadie pone coto a la situación. Encima algunos «salvadores» pretender cambiar los campos de trigo y cebada y los huertos de tomates y pimientos por extensiones en las que campe el cannabis, eso sí, para uso interno de las asociaciones que las promueven, o eso dicen sus mentores.
Hay que empezar a cambiar. Hay que tratar de salir de semejante «hit parade». A ver si de aquí a unos años, en lugar de seguir siendo líderes en lo peor, empezamos a ser líderes en lo mejor. Pero hay que trabajarlo.

Miguel Ángel López - CTVTiétar - Pelayos de la Presa – Madrid - ESPAÑA