70 000 HABITANTES, QUE CONSUMEN 509 MILIGRAMOS DE COCAÍNA
POR DÍA Y POR PERSONA
La ciudad europea que más consumo de cocaína presenta es la
ciudad belga de Amberes con 914,8 miligramos
Un estudio reciente sobre el consumo de drogas en 60
ciudades de 27 países europeos distintos, ha revelado que hay un pueblo español
en el que se consume más droga que en otras ciudades como Madrid, París o
Berlín.
La investigación ha sido llevada a cabo por el Observatorio
Europeo de Drogas y ha consistido en analizar la cantidad de restos de cocaína
en las aguas residuales de las ciudades evaluadas.
El pueblo español que presenta este alarmante consumo está
situado en Murcia y no es otro que Molina de Segura.
Esta localidad se ha situado como la sexta donde más cocaína
se ha consumido en los últimos tiempos. El análisis se hizo el pasado mes de
marzo y evaluó a las ciudades españolas de Barcelona, Valencia, Castellón,
Molina de Segura y Santiago de Compostela.
La capital de Cataluña se ha situado en cuarta posición en
el consumo de cocaína, mientras que Castellón es la decimotercera en el mismo
aspecto, según recoge Excite hoy 22 de diciembre de 2016.
Lo que es impactante es que en Molina de Segura, un pueblo
de 70 000 habitantes, se consuman 509 miligramos de cocaína por día y por
persona, aumentando a 562 durante los fines de semana.
Eso sí, la misma localidad ha sido antepenúltima en la
clasificación de consumo de anfetaminas y en última en lo que a extasis se
refiere, siendo la única de todas que no presenta consumo alguno de esta
sustancia.
La ciudad europea que más consumo de cocaína presenta es la
ciudad belga de Amberes con 914,8 miligramos.
Cabe destacar que es la primera vez que se desbanca a
Londres de la primera posición en este consumo.
La media en la capital británica se sitúa en los 894
miligramos, en Barcelona 700 y en Zúrich, 722. Las muestras de cocaína revelan
que el consumo de esta sustancia es más elevado en Europa occidental y
meridional, especialmente en localidades de España, Reino Unido, Holanda y
Bélgica. En Europa del Este su consumo es prácticamente insignificante.
Fuente : Periodista Digital