Cuando la heroína parecía una droga del pasado y
asociada a los jóvenes de los años 80, ha vuelto aparecer en España. Sin
embargo el perfil del drogadicto ha cambiado,
la heroína ahora no se inyecta, se fuma. El cambio en la forma del consumo se
debe a que los jóvenes la asocian con el sida. Una enfermedad muy habitual en
los consumidores como consecuencia del intercambio de jeringuillas, ya que al
inyectárselas en vena el contacto con la sangre era directo y efectivo para
contraerla.
Independientemente de la forma en la que se consuma,
el aumento de esta droga se debe al abandono de Afganistán por parte de las
tropas estadounidenses y el abandono de los cascos azules de Naciones Unidas,
al no haber control ha aumentado el cultivo de opiáceos, planta con la que se
hace la heroína. De allí la mercancía es trasladada a Turquía y se distribuye
por Europa, siendo Holanda el país distribuidor. El hecho de que se haya
descubierto un gran aumento es porque ha ascendido el número de incautaciones
en Europa de grandes cantidades.
En España el aviso del retorno de la heroína se debe
al reclutamiento de dos laboratorios clandestinos
de procesamiento de morfina, por lo que los traficantes tienen como
objetivo crear un mercado potente en nuestro país.
El problema es que conlleva el aumento del patrón de
adicción. Los centros de rehabilitación advierten que la heroína se utiliza con
frecuencia para compensar el efecto de otras sustancias como la coca o las
anfetaminas, al actuar la heroína el nerviosismo y el éxtasis generado por las
otras drogas se calma. Además, es la droga que más efectos devastadores
provoca, tanto para la salud física como mental.
El retorno aún no ha incidido en las estadísticas de consumo, pero si no se
frena es probable que suceda. Si no se toman las medidas pertinentes la heroína
volverá a ser un grave problema de la salud pública, como fue en los años
ochenta. Los problemas de drogodependencia suponen un rápido proceso de
degradación social que conduce a la exclusión, por ello se deben tomar medidas,
no solo en la heroína, sino en todas las drogas.
FUENTE:
www.guiaongs.org