En España, alrededor de 120.000 personas entre los 15 y los 64 años presenta una posible dependencia
El verano se asocia con un mayor
consumo de alcohol, lo que se puede traducir en un perjuicio para la salud. Así
se advierte desde la sociedad Socidrogalcohol que
hace referencia a un reciente estudio, realizada a más de 6.000 personas
mayores de 16 años en Inglaterra y publicado en «BMC Medicine», en el que se señalaban que
la percepción individual de la cantidad de alcohol consumida aumenta cuando la
gente tiene en cuenta los fines de semana y los días no laborables.
El
periodo estival, señalan, suele representar una etapa en la que los hábitos de vida
y las rutinas se relajan y, con ellos, la relación que la sociedad en general
mantiene con el alcohol. Tal y como se pone de manifiesto en el artículo
mencionado, los participantes proporcionaron información sobre su consumo
típico de alcohol (cantidades diarias, frecuencia de consumo) así como de los
cambios en el consumo asociados a días diferentes (por ejemplo, las noches de
los viernes) y periodos de consumo especiales (como las vacaciones y eventos
sociales).En total, 4.604 participantes dijeron que
«bebían alcohol habitualmente». En ese grupo se pudo advertir
que la gente bebía unos 120 millones de unidades semanales de alcohol extra por
semana los días diferentes o en ocasiones especiales, lo que equivale a unos 12
millones de botellas de vino.
El máximo
aumento del consumo se observó en el grupo de entre 25 y 34 años, con registros
diarios de esa tendencia. Varones y mujeres añadían 18 unidades semanales de
alcohol en las ocasiones especiales/diferentes.Los
participantes que menos alcohol consumían (una unidad o menos por semana)
duplicaban la cantidad habitual en ocasiones especiales. Para
Julio Bobes, Presidente de Socidrogalcohol, «entre las razones de la menor
percepción de consumo de alcohol están la banalización social del daño, la
normalización del fenómeno y la apología de los consumos en tiempo de ocio y/o
períodos vacacionales».
«La Organización
Mundial de la Salud- añade Bobes- ha establecido una estrategia para
reducir el uso nocivo del alcohol y, por tanto, disminuir las cantidades de
alcohol que consume la población general». En último extremo, señala Bobes, «se
busca evitar la banalización de los consumos de alcohol, sobre todo en los
tiempos de relajación, ocio, fiestas y celebraciones».
ABC salud
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